lunes, 5 de diciembre de 2011

Sócrates


En el último número de la revista de Madres de Plaza de Mayo, Ni Un Paso Atrás, se incluyó (finalmente) una nota escrita por mi compañero Daniel Roncoroni. La misma habla de un excelente futbolista brasileño Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieria de Oliveira o Sócrates a secas. Gracias a la buena voluntad del autor la puedo compartir en mi blog. Espero la disfruten tanto como yo. No es de fútbol la nota, si no que a partir del fútbol se crea un movimiento democrático fantástico basado en el club mas popular de Brasil, Corinthians. No por nada el mejor presidente que tuvo Brasil, Lula, amaba esos colores. Pasen y vean.

Democracia Corinthiana: una experiencia única
 
Por Daniel Roncoroni
 
A comienzos de la década del 80, en espejo con América latina, los vientos de cambios políticos soplaban a lo largo y ancho del Brasil, acorralando a la dictadura que hacia ya 20 años gobernaba el país. Y llegaron los soplos fuertes y bellos a un espacio infrecuente para los experimentos democráticos: el fútbol.
 
El club Corinthias de San Pablo fue fundado por un grupo de trabajadores el 1º el septiembre de 1910; 70 años después, un sociólogo y un doctor llevaron la utopía a lo máximo, promoviendo asambleas donde todos votaban y decidían, con una clara ideología participativa, las pasos a seguir de la institución, privilegiando al personal de menores salarios del club y la economía sana por sobre las compras ostentosas; se discutía sobre la sociedad civil y las concentraciones; incluso la forma que el equipo debía “pararse” en la cancha para obtener el esquivo título que 20 años ha no se lograba.  
 
Las cabezas de la movida eran tan exageradas como sus nombres: el director técnico Atilson Monteiro Alves,y el genial futbolista y capitán del equipo y del seleccionado brasilero Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira o simplemente Sócrates (sus hermanos no le fueron a la zaga al nominal: el padre, en homenaje a los griegos, los anotó como Sófocles y Sóstenes) o “El Doctor”. El “Mister” fue, además, militante universitario. Y el segundo, un baluarte para generar conciencia revolucionaria en un ámbito de deportistas de élite. Tan así que, junto a Diego Maradona y Michel Paltini, promovieron una huelga en pleno Mundial de México debido a los horarios de imposibles mediodías para jugar los partidos que imponía la televisión. De hecho, siempre estuvo en primera línea apoyando campañas solidarias y particularmente promoviendo las "Direitas ja”, campaña política que se resumía en el slogan “un hombre, un voto”.
 
Al experimento colectivo que transformó el mapa brasileño, al punto que el director de la revista deportiva más popular del momento, Juca Kfouri, declaró: “Corinthias estaba revolucionando el modo de gobernar a los clubes, y además era combustible para las masas que peleaban por derrumbar a la dictadura”, la llamaron “Democracia Corinthiana” y logró el ansiado campeonato luego de la sequía; la insignia que los guiaba, unas enormes banderas amarillas, fueron adoptadas por las más variadas hinchadas brasileñas, en abierto desafío a la dictadura.
 
A su fin, o mejor, cuando Sócrates fue vendido al club italiano Fiorentina, el palmarés del Corinthias lucía tres nuevos campeonatos; un libro escrito por el futbolista llamado Democracia Corintiana. La utopía en juego; otro escrito por Jorge Amado, una popular canción de Gilberto Gil, y el Brasil, un par de años después, la democracia.

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