martes, 19 de junio de 2012

De Quilmes con orgullo



Hay varias cosas que a uno le generan orgullo.
Mi mujer me da orgullo. Emprendedora, peleadora, discutidora, siempre va para adelante, garra e inteligencia para manejar una casa y una empresa.
Mi vieja me da orgullo, se puso al hombro a mí y a mi hermana, la casa y nuestra infancia. Genia y figura. Mis hermanas me dan orgullo. Naty, me dio las mas lindas sobrinas que se pueden tener, ahora está estudiando e involucrándose en “la cosa”. No opina de afuera.
Meli, queriendo estudiar periodismo o ciencias políticas y Zoe, que con la fuerza para discutir tiene que salir dirigente política como mínimo. Mis abuelos me dan orgullo, ya no los tengo, disfruté a tres y los extraño tremendamente. No están en un cementerio, ni a palos los encerró una lapida.
Ito y Guly me dan orgullo, amigos desde siempre nunca preguntan porqué y siempre me reciben como cuando éramos purretes y hacíamos diabluras. La pelean desde su lugar día a día.
Gente que me enseñó a laburar me da orgullo. El Gordo Ojea, fundamental en mi profesión. El Chino y Aníbal, códigos y laburo. Luis y Dani, sin ellos no hubiese sobrevivido en el “Mundo Madres”.
Me dan orgullo Hebe y las Madres, mucho. Tanto que no tengo palabras para explicarlo, solo me sale decir LUCHA.
Mi primo Tato me da orgullo. 
Mi cuñado Maty me da orgullo, peleandola acá y allá, pero nunca se olvida de sus orígenes y quisiera tenerlo mas cerca para hablar un poco mas.
Me da orgullo ser QUILMES. No ser de QUILMES, si no ser QUILMES. Cualquiera que fije domicilio en Quilmes dice soy de Quilmes. Ser Quilmes es mucho mas que eso. Yo vi a mi calle de la infancia, Peratta, nevada, ¿que me van a hablar de Bariloche? ¿Saben lo que es Peratta con nieve? Yo si.
Es ser del Mate, es ser del Cervecero, es que te duela que mal manejan la ciudad y que Berazategui sea ejemplo de lo bueno y nosotros de lo malo. Te duele tener un intendente hincha de Boca y umbanda pero sobre todo corrupto.
Que te duela que no te dejen trabajar en tu ciudad por caprichos del intendente, que te hagan juicio por decir la verdad y tantas otras cosas mas.
También me da orgullo tener un diario con trayectoria como El Sol (cuenta pendiente trabajar allí algún día), en donde alguna vez trabajó mi padrino, y que te hagan una nota por la publicación de mi primer libro.
El día que lo presentamos, junto a Luis Zarranz y las Madres, nos hicieron notas en CN23, Canal 7 y otros, pero verlo reflejado en el diario de MI CIUDAD me generó un nervio especial. Saber que mi gente lo iba a leer, saber que mi vieja iba a comprar todos los ejemplares en el puesto del barrio y lo iba a desparramar por todo barrio con su orgullo de madre.
Es un poco egoísta este post, pero solo quién viene de una ciudad y la ama podrá entender esto que me salió escribir.
Gracias a todos los que alguna vez confiaron en mí, gracias a los que me critican y muchas mas gracias a los que me ignoran, todos me hacen fuerte para seguir creciendo como persona, es lo único que me interesa.
Ser buena gente, pero sin resignar ideales.

Gonzalo Seoane.  

PD: Les dejo el link de la nota para el que guste leer. 

martes, 12 de junio de 2012

El Tinelli de la gente



Ante algunos que no entendieron mi comentario sobre el programa mas visto de la TV argentina va una explicación.
Marcelo Tinelli es un fenómeno de la tv, con grandes ratings y todo lo que toca lo convierte en oro. Gente sin talento alguno conocido es famosa, reparte fotos y ¡hasta firma autógrafos! Eso es el milagro Tinelli.
Iudica, Listorti y varios más le tienen que prender velas a ese santo que está por jugar en la B.
Ahora bien. Tinelli siempre se alimentó del golpe bajo. En sus comienzos fueron los bloopers, luego mujeres con poca ropa bailando en sombras, después cámaras ocultas (fingidas y sorpresas) y por último su formato de bailar por un sueño (supuestamente cumplidos). Allí se denigra a la mujer a lo mas bajo y algunos hombres se sometieron a ese barro. El programa se alimenta de lesbianismo, desnudos, golpes bajos y denigrantes para el ser humano. Muchos se preguntarán como es que sé todo esto. Simple, miraba el programa. Pero ayer hubo un clic que me hizo pensar muchas cosas.
En un momento de la presentación, después del ¡¡¡BUENAS NOCHES AMÉRICA!!!, el conductor presentó a las nuevas bailarinas del staff. Allí sostuvo que todas tuvieron que pasar por el cuarto piso de su productora (tiene su oficina) con una tarjeta magnética y realizaron el casting. Las chicas reían, la novia del presentador sonreía nerviosa. Él quedó como el más canchero del barrio pero, ¿pensó en los novios, maridos, padres, hijos de esas chicas que cumplían el sueño de estar junto a Tinelli y más de 5 millones de personas las vean? Seguro que si, pero le importó poco. ¿Que pasaría si las hijas de él estarían bailando? ¿Les cortaría la pollerita? Él como televidente ¿hubiese permitido que se hable así de sus hijas? Hagamos la pregunta para adentro ¿lo permitiríamos con nuestras esposas, novias, hermanas, sobrinas o madres? Alguno responderá que si, porque quieren cámara a toda costa, pero todo tiene un costo.  
Ya está, me bajo. No voy a ver el programa, no me interesa más. Prefiero la ficción. No voy a entrar en el tribuneo barato de decir voy a leer un libro. Eso lo hago en otro momento. Me gusta la TV y hay ficciones muy buenas. Graduados, Terapia y hasta Dulce Amor me llaman mas que ver bailar a un joven que le falta una pierna, una nena con síndrome de down y personas que por dinero dejan que las basureen sin que se les mueva un músculo. Lo miré y me hago cargo, no critico a quienes lo hacen, pero creo que los descalifica para hablar de respeto a la mujer si aceptan, se rien y avalan esas bajezas a las que son sometidos por un minuto de fama.
Espero nadie se ofenda ya que solo es la opinión de alguien que no tiene incidencia en la vida de los argentinos y solo grita con un megafono desde una plaza.
Tinelli si la tiene, llevó de las narices a los votantes que se alimentan solo de su programa a votar en las legislativas del 2009 el “alica alicate” del colombiano con ganas de ser gobernador que tenía un plan y nunca nos enteramos de que se trataba.

Buena vida.